Vie. Abr 26th, 2024

Brasilia organizó este mes bajo el signo de la reconstrucción, con una reunión entre el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y los representantes del Congreso y la Corte Suprema, para evaluar el tamaño de la crisis, el daño al patrimonio público y dar una respuesta institucional. Los agentes de la Policía Militar de Brasilia prácticamente derribaron a 1.200 bolsonaristas acampados frente al Cuartel General del Ejército, en la capital, que participaron en el ataque del domingo, según datos del Ministerio de Justicia.

El operativo se produjo tras la decisión del ministro de la Corte Suprema, Alexandre de Moares, que dio 24 horas para el cierre de los campamentos. Los detenidos fueron trasladados a la sede de la Policía Federal, para declarar y recibir la orden de prisión. Por lo menos 40 autobuses llenos de bolsonaristas salieron este lunes por la mañana.

El campamento fue el punto de partida de los extremistas para iniciar el ataque. Fueron cercados el domingo por la noche, luego de que la Fuerza Nacional tomara el control de la Plaza de los Tres Poderes.

En otras capitales del país, la Policía fue llamada para impedir nuevos bolsonaristas ataca, que bloquearon carreteras y el acceso a refinerías en al menos cinco estados brasileños. Los nuevos ataques subversivos fueron controlados rápidamente.

Sin paralizar las instituciones

Pesado en la destrucción ya cometida por los radicales, Lula da Silva despachó este lunes desde el palacio de Planalto para demostrar que el trabajo continúa y que las instituciones están a salvo, según comentó el ministro de Comunicación Social del Gobierno, Paulo Pimenta. “No paralizarán las instituciones, el presidente celebrará una reunión en el Planalto. Se violó el espacio físico, pero se preservó el contenido de los Tres Poderes”, dijo.

Lula se reunió en su despacho, que no fue invadido, con la presidenta de la Corte Suprema, Rosa Weber; con el Ministro de Justicia, Luis Roberto Barroso; y con el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira. Al final de la reunión, los gerentes de los Tres Poderes publicaron una nota en la que dicen rechazar “los actos terroristas, vandálicos, criminales y golpistas” y piden “defender la paz y la democracia”.

Lula se reúne próximamente con el Ministro de Defensa, José Múcio Monteiro, y con los Jefes de las Fuerzas Armadas, e incluye en su agenda otro encuentro con gobernadores para discutir la respuesta institucional a los actos golpistas.