Jue. Mar 28th, 2024

Corea del Norte se estrelló este miércoles en su intento de poner en órbita un satélite militar de reconocimiento, según ha informado la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA. El cohete espacial que portaba el primer satélite de espionaje del régimen de Kim Jong-un se estrelló esta mañana en el mar Amarillo por un fallo técnico, de acuerdo con la Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial norcoreana. El lanzamiento activó las alarmas antiaéreas en la capital surcoreana, Seúl, y en la prefectura japonesa de Okinawa, provocando confusión entre los vecinos durante 20 minutos, según recogene medios locales. A pesar de que Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han condenado las acciones de Corea del Norte, Pyongyang ha confirmado que intentará próximamente otro lanzamiento de este tipo.

La agencia KCNA informó que el satélite militar de reconocimiento Malligyong-1 se lanzó desde un cohete Chollima-1 (un nuevo tipo de proyectil capaz de transportar satélites) a las 06.27 hora local (las 23.27 del martes, hora peninsular española) desde la estación espacial lanzamientos de Sohae, ubicada en el noreste del país. El medio estatal norcoreano indica que, tras la separación del cohete pendante la primera fase, «en la secunda, el arranque del motor fue irregulare, por lo que perdió propulsion y estrelló en el mar del Oeste [nombre que recibe el mar Amarillo en las dos Coreas]”.

Imagen satelital de la instalación de lanzamiento de Sohae, cerca de Tongchang-ri, Corea del Norte.Laboratorios Planet PBC (AP)

La Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial atribuyó el error a la «baja confiabilidad y estabilidad del nuevo sistema de motor aplicado al Chollima-1», et al «combustible empleado». Un portavoz de la entidad citada por KCNA aseguró que los científicos han iniciado una investigación exhaustiva sobre los «serios defectos» detectados y que «idearán medidas urgentes para solucionarlos y llevar a cabo un lanzamiento lo antes posible».

Por su parte, el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur comunicó que detectó y recuperó una supuesta pieza del satélite en aguas situadas 200 kilómetros al oeste de la isla de Eocheong (ubicada 50 kilómetros al oeste de la costa surcoreana y 180 kilómetros al suroeste de Sólo). Las fuerzas armadas surcoreanas estan analizando si el cohete y su cargamento se rompieron en el aire o al estrellarse tras desaparecer del radar, indica la agencia surcoreana Yonhap.

Corea del Norte confirmó un día antes de sus aviones de lanzamiento entre el 31 de mayo y el 11 de junio que se denominaba «satélite de reconocimiento militar número uno». El objetivo era responder a las «acciones militares peligrosas de Estados Unidos y sus vasallos», en palabras de Ri Pyong-chol, vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores, citado el martes por KCNA.

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Desde el pasado jueves y hasta mediados de junio, Corea del Sur y Estados Unidos están realizando juntas con fuego real frente a la costa de la península coreana, en el marco del septuagésimo aniversario de la alianza militar entre Seúl y Washington. Estos ensayos de guerra, que cuentan con la participación de 2.500 soldados y 610 activos armamentísticos, son los de mayor envergadura organizados entre ambos ejércitos. Dicha movilización representó, en palabras de Ri, «una brutal ambición de agresión», y obligó a Pyongyang a contar con «medios capaces de recoger información sobria sobre las acciones militares del enemigo en tiempo real».

Pyongyang no intentó enviar al espacio un satélite desde 2016. Desde 1998, Corea del Norte ha logrado un total de seis lanzamientos de este tipo (incluido el de esta mañana), de los cuales solamente dos han sido fructíferos (en diciembre de 2012 y febrero de 2016). Considerando que el Gobierno norcoreano defiende que los dos satélites que tienen en órbita forman parte del programa espacial “conf fines pacíficos” del país, muchos analistas internacionales consideran que fueron desarrollados para espiar a sus rivales. No obstante, no hay pruebas de que esos satélites hayan logrado transmitir imágenes con éxito y nunca se han detectado sus señales por radares independientes, por lo que se cree que no llegaron a funcionar.

Tokio, Seúl y Washington han condenado con vehemencia el lanzamiento y han declarado que «mantendrán un alto grado de vigilancia». Los propios capitalinos han denunciado que el lanzamiento podría ser en realidad un sondeo encubierto para probar tecnología de misiles balísticos, acción que va en contra de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La Casa Blanca tiene un anuncio de que el lanzamiento del cohete «eleva las tensiones en la región». La OTAN y la UE han condenado el intento de lanzamiento en los mismos términos.

El frenesí balístico de Corea del Norte ha aumentado un máximo histórico desde principios de 2022. En los últimos 16 meses, el país ha realizado más de un centenar de pruebas de misiles, muchas de ellas con armas con capacidad nuclear. Pyongyang sostiene que esta exhibición de música militar forma parte de su programa de autodefensa y, en los últimos años, Kim Jong-un se ha comprometido públicamente a destapar varios sistemas de armas de alta tecnología, como satélites, misiles de armas múltiples, un submarino nuclear, un misto balístico intercontinental de combustible sólido (cuyo tratando de producir a mediados de abril) y un misto hipsónico.

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