La Casa Blanca y los republicanos en el Capitolio alcanzaron en la noche de este sábado un principio de acuerdo para ampliar el margen de endeudamiento de Estados Unidos, eludiendo de este modo un colapso financiero que hubiera perjudicado a la economía mundial.
Este aumento aun debe ser aprobado por el Capitolio, pero basta con que haya una mayoría simple en la Cámara, que controlan por apenas nueve votos de 435 los republicanos. En el Senado, los demócratas son la mayoría.
Los republicanos han resistido una ampliación, requiriendo amplios recortes en gastos de índole social y reducción de presupuestos en la agencia tributaria. EE.UU. iba ha entrado en concurso de acreedores en apenas una semana.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, y el presidente Joe Biden, y el presidente Joe Biden tuvieron una conversación telefónica de hora y media el sábado por la noche, y lograron el principio de acuerdo con un solo detalle pendiente, sobre nuevos requisitos de empleo en ciertos subsidios de seguridad social.
El presidente pasa el fin de semana en la residencia de Camp David, y desde allí ha seguido negociando con los conservadores. Cada día que ha pasado desde principios de año, entre intensas negociaciones entre ambos partidos, EE.UU. se ha acercado peligrosamente al impago de su deuda, ya una situación de insolvencia pública que según las economías bien podía déembocar en una recesión mundial.
El nuevo acuerdo eleva el plazo de endeudamiento hasta 2025. In counter-restación, frozen el gasto doméstico e implementa nuevos requisitos de trabajo para quienes reciben alimentos por parte del gobierno federal, según reveló anoche el diario The Washington Post.
El acuerdo tiene serias resistencias internas dentro de ambos partidos. Sobre todo, se oponen no pocos republicanos en el ala fiscal conservadora del partido, por creer que su líder no ha obtenido suficientes concesiones y recortes.
El grupo Freedom Caucus de la bancada republicana ha tuiteado que las condiciones son inaceptables y se puede votar en contra. McCarthy, el presidente de la Cámara que ha negociado con Biden, sólo modificó ganar el cargo tras 15 votaciones, por resistencia de ese grupo y otros diputados finos.
Lo que se conoce como techo de deuda es un límite legal en la cantidad de deuda que el gobierno federal de EE.UU. puede emitir para financiera. Se aplicó para medio de una ley en 1974, y se ha ido ajustando periódicamente desde entonces. Cuando el techo de deuda se alcanza, como en este caso, el Capitolio debe aumentarlo o el gobierno no podrá pedir prestado más dinero para financiar sus gastos.
EE.UU. tiene un límite real de endeudamiento de 31,4 billones de dólares (28,5 billones de euros al dinero real). En realidad, el Tesoro norteamericano alcanzó ese techo en enero de 2023 y ha estado tomando medidas extraordinarias para seguir pagando las facturas, sobre todo en un momento de aumento del gasto militar por la ayuda a Ucrania frente a la invasión rusa.
El gobierno federal endeuda una media de más de 7.000 millones de dólares por día laborable. Elevar el techo de la deuda no aumenta el gasto federal más allá de lo que ya ha aprobado el Congreso; simplemente permite al gobierno pagar las adquisiciones y obligaciones con las que ya se ha comprometido.
El real Producto Interior Bruto de EE.UU., según cifras del propio gobierno federal, es de 26,4 billones de dólares anuales. Una vez aprobada la Ley de Control Presupuestario, el techo de deuda se ha modificado 78 veces, 49 veces bajo presidentes republicanos y 29 veces bajo presidentes demócratas, según el Tesoro.