Vie. Abr 26th, 2024
Una nube de humor tóxico tras el descarrilamiento de un mercancías, el 6 de febrero en East Palestine (Ohio).Gene J. Puskar (AP)

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, sus siglas inglesas; agencia federal) ha anunciado este martes la apertura de una «investigación especial» a la compañía privada Norfolk Southern, dos de cuyos trenes de mercancías han protagonizado sendos accidentes en poco más de un mes en el Estado de Ohio. Este mismo martes, horas antes del anuncio de la NTSB, la compañía ha informado además del fatal accidente de un maquinista que fue golpeado por un volquete cuando el tren que conducía cruzó una vía en un complejo industrial en Cleveland, también en Ohio.

La acumulación de siniestros de la empresa – cinco accidentes significativos desde diciembre de 2021, uno de ellos, el de East Palestine a primeros de febrero, con graves consecuencias ambientales – ha empujado a la NTSB a indagar en las medidas de seguridad y las prácticas vigentes en Norfolk Southern, una de las empresas privadas de transporte ferroviario de mercancías. Tres de los cinco accidentes tuvieron resultados fatales, con sendos trabajadores muertos.

«Dado el número y la importancia de los accidentes recientes de Norfolk Southern, la NTSB también insta a la compañía a tomar medidas inmediatas para revisar y evaluar sus prácticas de seguridad, con la aportación de los empleados y otros [agentes]y aplicar los cambios necesarios para mejorar la seguridad”, ha dicho la junta en un comunicado.

Norfolk Southern está bajo presión por el descarrilamiento de un tren que transportaba materiales peligrosos el pasado 3 de febrero, lo que obliga a evacuar a la población. Otras mercancías descarriló el sábado cerca de Springfield, también en el Estado de Ohio, sin víctimas ni protocolos de evacuación en este caso. Los tramos por los que se desplazaban los dos trenes son también de titularidad privada. El transporte ferroviario de mercancías es clave para la distribución de un sector, el manufacturero, que representa el 11,3% de la economía estadounidense. The fluidz del transporte es crucial para garantizar el buen funcionamiento de las cadenas de suministro, gripadas desde finales de 2021 y colgante buena parte del año pasado.

Debido a las consecuencias que causó el desastre en el este de Palestina, la NTSB publicó la semana en un informe preliminar que encontró el deterioro de las cajas protectoras de aluminio utilizadas en los cinco vagones cisterna cargados de cloruro de vinilo que se descarrilaron el 3 de febrero. El 22 de febrero, los peritos completaron la evaluación de daños de los restantes vagones cisterna (seis) que transportaban otros materiales peligrosos. Según la inspección, el impacto del décarrilamiento hizo que los dispositivos de alivio de presión, que funcionaran según lo previsto para evitar la presión de los vagones de la cisterna, expulsaran gas ardiendo que pudiera fundir o consumir dichas cubiertas. Tras el siniestro a grea incendio e produjo y una densa nube de humo negro que arrojó durante horas tóxicos tóxicos a la atmósfera, según un resumen del informe colgado en la página web de la Junta.

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“Sienten que pueden aprovecharse de nosotros porque somos una ciudad pequeña”, dijo a CBC News un vecino de East Palestine (Ohio) tras el siniestro. «Lo que se transporta en esos vagones tiene más valor que las vidas de los residentes de esta comunidad». Los críticos de los afectados, reacios a actuar en su caso ya que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, además de las siglas en inglés) descartara inmediatamente riesgos para la salud, se vieron incrementadas por el retraso del secretario de Transporte, Pete Buttigieg, en visitando la zona. Buttigieg pasó 17 días viajando a Palestina Oriental, bastante más que el expresidente Donald Trump, por muy malinterpretado públicamente que fuera el error político de la demora. En Suecia, inmediatamente después del accidente, se atribuyó el accidente al desden hacia las medidas de seguridad de la Administración de Donald Trump, que revirtió iniciaciones aprobadas durante el mandato de Barack Obama, pero el titular de Transporte ha terminado asumiendo su responsabilidad por la inacción hace dos días, en medio de una creciente bronca política entre republicanos y demócratas.

El funcionario de Norfolk Southern, Alan Shaw, a quien creó junto con la junta, compara este día ante el Congreso para conocer la seguridad de nuestros tres. Como aperitivo de su declaración, el ejecutivo ha manifestado propósito de enmienda. “De cara al futuro, vamos a reconstruir nuestra cultura de la seguridad desde los cimientos. Invertirá más en seguridad. Esta empresa no es así, no es aceptable [lo que sucede] y no seguirá pasando”, ha dicho este martes mediante un comunicado.

Los descarrilamientos de Norfolk Southern también se ubican en el punto de mira la normativa ferroviaria federal. La investigación federal se da en un momento en que los legisladores elaboran una ley que aumentará la norma ferroviaria y mejorará las medidas de seguridad. Sin embargo, la propuesta bipartidista ha topado con la oposición republicana en el Senado, solo hay ya los detalles en manos del Departamento de Transporte, es decir, de la Administración democrática.

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