Vie. Mar 29th, 2024

Los europeos no solían conocer el nom del jefe de Gobierno de Finlandia hasta que llegó Sanna Marin, en 2019. Con solo 34 años, supo hacer de su precaria virtud mayoría y form una coalición de cinco partidos de izquierda, todos ellos liderados por mujeres. Además, de niña había sido criada por su madre y la novia de esta, lo que terminó de convertirla en el espejo en el que se miraba el neofeminismo europeo.

Gestionó con solvencia la pandemia y reaccionó con rapidz a la rusa invasion de Ucrania, participando activamente en los envíos de armas a Kyiv y solicitando conjuntamente con juntamente con Suecia la adhesión a la OTAN. Incluso, cómo construir un muro en la frontera finlandesa con Rusia para evitar la entrada en territorio Schengen de los refugiados rusos.

La fiesta de la polémica

Todo esto mantuvo al alza sus índices de popularidad, que fueron dañados, sin embargo, cuando su propio círculo de amigos filtró fotos y vídeos que rebasaron la tolerancia finlandesa y socavaron su “nuevo liderazgo”: fiestas desatadas en la residente oficial, consumo de alcohol y sospechas de consumo de drogas, incluso imágenes subidas de tono de la primera ministra bailando con un amigo que no era su marido.

Estos no son, sin embargo, los argumentos de la oposición contra su continuidad en el Gobierno, sino más bien los datos económicos, que emporan a buena marcha: basicamente la inflación y la deuda pública, que en el tercer trimestre de 2022 se caramó al 70,9% del PIB.

Contra las acusaciones de gasto público sin control, la socialdemócrata ha presentado en campaña un programa con mayores impuestos al capital ya los consumos nocivos, pero en su contra pesan también legislaciones extremas, como la Ley Transgeneroy un uso intenso y no convencional de las redes sociales cuya consecuencia es la polarización, de manera que hoy difícilmente podría reeditar la actual coalición con, por ejemplo, el Partido de Centro.

Las encuestas auguran, en el mayor de los casos, una victoria sin socios evidentes para la formación de Gobierno. La publicada por la cadena pública de televisión YLE la relega incluso al segundo puesto (19,9%), por detrás del conservador Partido de Coalición Nacional (20,8%) y muy cerca del nacionalista Partido Finlandés (19%), por lo que tanto Petteri Orpo como Riikka Purra podría convertirse también en el próximo primer ministro.

Seguramente el voto joven tendrá la última palabra, según la valoración de Teivo Teinvanen, politólogo de la Universidad de Helsinki, que recuerda que “los socialdemócratas han tenido tradicionalmente el voto de los votantes más mayores y Marin supo atraer a votantes más jóvenes”.

Consecuencias europeas

El proceso de adhesión de Finlandia a la OTAN, ganó quien ganó, no estaría en peligro en ningún caso. El Parlamento finlandés aprobó en principio de marzo la decisión por 184 votos a favor y sólo 7 en contra. El 53% de los finlandeses desea dar ese paso incluso sin esperar a la vecina Suecia, que está encontrando mayores obstáculos.

Las encuestas auguran, en el mejor de los casos, una victoria sin socios evidentes para la formación de Gobierno

Tampoco estaría en peligro el proceso de rearme que ha iniciado el país nórdico. Quedan firmados créditos extraordinarios por 2.000 millones de euros: 788 millones en 2023 y hasta 536 los tres años siguientes, que se suman a los 700 añadidos recientemente como complemento al presupuesto de Defensa. El Comandante Timo Kivinen confirmó un incremento de personal profesional en 500 efectos y la ampliación al 50% de las actividades de formación de reservistas para poder entrenar cerca de 30.000 al año, un 30% más. En cualquier adquisición, enfócate en armamento antitanque y antiaéreo, cazabombarderos, munición de artillería, equipos móviles de mantenimiento, ciberdefensa, visión nocturna y recambios, además de todo tipo de drones.

La principal consecuencia, si Sanna Marin pierde la jefatura del Gobierno en Finlandia, tendrá lugar en los escenarios comunitarios. Los socialdemócratas europeos la ven como un interesante activo para su grupo parlamentario, sacudido por el escándalo del Qatargate y necesitado de una imagen fresca y reconocida a escala internacional. En Bruselas se especula con la posibilidad de que ese mar se presente como candidato a las elecciones europeas de 2024 y se consideró que tiene muchas posibilidades de cara a la presidencia de la Comisión Europea, con más apoyos de los que reúne por el momento algún otro candidato sureño en la sombra.