Para la ejecución del plan se presentó una solicitud de presupuesto de $ 46 millones, sumando solo $ 21 millones al presupuesto que Meduca presentó al MEF, obteniendo solo $ 5 millones al final de la Asamblea Nacional. Lo que representa el 10% en cinco años.
La implementación del Plan de Educación Intercultural y Bilingüe no fue lo suficientemente efectiva para asegurar que la Educación Intercultural Bilingüe (EBI) se desarrolle en las escuelas de los siete pueblos indígenas y que se cumplan los derechos de los niños, niñas y adolescentes indígenas. Una educación de calidad, con respeto a tu lengua y cultura.
Lo anterior es parte de la conclusión a la que llegó la evaluación del “Plan Quinquenal de la OIE para los Pueblos Indígenas de Panamá, 2014 – 2019”, según lo publicado por UNICEF Panamá en un informe.
El objetivo general del proyecto fue “ofrecer a los pueblos indígenas una educación que considere sus características culturales y desarrolle su competencia comunicativa en la educación inicial y básica de la educación intercultural plurilingüe, para fortalecer su identidad, apropiación de la cultura nacional, consolidar en forma oral y escrita formar su lengua materna y la adquisición oral y escrita del español y el inglés como segunda lengua.
La falta de implementación del plan está en la parte económica. Para la ejecución del plan, se presentó una solicitud de presupuesto de $ 46 millones, sumando solo $ 21 millones al presupuesto que el Ministerio de Educación (Meduca) presentó al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), obtenido al finalizar el Congreso Nacional. Montaje solo $ 5 millones. Lo que representa el 10%.
Los siete pueblos indígenas de Panamá, Bribri, Naso Tjerdi, Ngäbe Buglé, Guna, Emberá y Wounaan, representan el 12,3% de la población panameña y sus niños, niñas y adolescentes, el 19% del total de menores de 18 años en Panamá, según datos del Instituto Nacional. de Estadísticas y Censos (Inec).
Están organizados en 5 regiones y 7 territorios indígenas. Tres de estas regiones, Ngäbe-Buglé, Guna Yala y Emberá-Wounaan tienen la categoría de provincia y, por lo tanto, tienen sus propias direcciones regionales de educación.
Dos, con población Guna, Madugandí y Wargandí tienen la categoría de municipio. Estos, junto con las comunidades formadas por los pueblos Naso y Bribri, forman parte de juntas regionales con población latina.
El Índice de Pobreza Multidimensional de la Niñez y la Adolescencia (IPM-NNA) de las familias indígenas supera el índice nacional, que se ubica en 0.1494. En la región de Guna Yala es 0.593, en Emberá Wounaan es 0.365 y en Ngäbe-Buglé es 0.568, según información proporcionada por agencias estatales en 2018.
El informe publicado por UNICEF Panamá, el pasado mes de abril, detalla que la falta de desarrollo de estrategias y actividades planificadas impidió la existencia de currículos y materiales de EIB, personal capacitado en gestión y docencia en la EIB, sistemas de seguimiento y supervisión en la EIB y escuelas de evaluación de estudiantes; además de asegurar el fortalecimiento institucional de la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe y las Direcciones Regionales Regionales. Con la excepción del producto de requerimiento presupuestario, su ejecución no logró ninguno de los otros productos esperados o resultados esperados.
Al final del período, todavía no hay escuelas de Educación Intercultural Bilingüe, solo aulas con profesores que intentan desarrollar EIB, a pesar de no tener los programas y materiales curriculares de EIB,
INFORME SOBRE EL PLAN A CINCO AÑOS DEL BEI PARA EL PUEBLO DE PANAMÁ, 2014-2019, UNICEF
“Al final del período, todavía no hay escuelas de Educación Intercultural Bilingüe, solo aulas con profesores que están tratando de desarrollar la EIB, a pesar de no contar con los programas y materiales curriculares de la EIB”, concluye el informe.
La implementación del plan no fue asumida por la mayoría de la estructura organizativa del Ministerio de Educación, siendo la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe la plena responsabilidad de su ejecución, sin prever la normativa, los recursos humanos y económicos que lo permitan. liderar un proceso sistemático y articulado con las diferentes direcciones nacionales y regionales, autoridades indígenas y cooperación internacional.
El indicador de falta de educación y formación inicial del IPM-NNA también supera el índice nacional ubicado en 16,1. En las regiones de Guna Yala, Emberá-Wounaan y Ngäbe-Buglé es 48,7, 40,9 y 48,7, respectivamente.
La oferta educativa en las escuelas de los pueblos indígenas es deficiente en todos los niveles, excepto en el primario. El acceso al nivel preescolar en Darién y en la región Emberá-Wounaan no llega al 45% de la población menor de 5 años, el nivel preescolar supera el 50% solo en la región Guna Yala y en todos los territorios indígenas a El El promedio es casi inexistente, como se detalla en el informe basado en datos de Meduca para el año 2019.
Las escuelas en estas ciudades carecen de infraestructura, maestros capacitados en EIB, materiales y programas curriculares contextualizados, así como una supervisión adecuada.
La investigación presentada en el informe recomendó que la alta dirección de Meduca asegure que la educación intercultural bilingüe se convierta en una política prioritaria del Estado, la cual se implementa con un plan nacional de manera progresiva y sistemática, con metas, objetivos, estrategias e indicadores claros. Y con un presupuesto que permita su implementación paulatina en todas las escuelas que atienden a estudiantes indígenas.
El programa requiere un marco regulatorio que permita su operacionalización y oficialización. Se sugiere que Meduca agilice la finalización de todo el paquete regulatorio que se encuentra en proceso: la reglamentación de la Ley 88, los proyectos de resolución elaborados y los perfiles de las distintas posiciones del proyecto.
Otra recomendación de los expertos es que Meduca considere el proceso de desplazamiento que están atravesando las lenguas nativas debido a la creciente influencia del español. Se sugiere que la entidad de Educación revise el modelo pedagógico de la EIB, que asume que la lengua materna es siempre la lengua materna de los hijos de los pueblos indígenas y el español la segunda lengua.
Además, las autoridades tradicionales y los líderes de las organizaciones indígenas deben ser incluidos en el desarrollo de cualquier plan o programa educativo en sus territorios.