Jue. Mar 28th, 2024

Dos jornadas de manifestaciones masivas y las críticas de la Unión Europea han echado por tierra el intento del primer partido de Georgia, Sueño Georgiano, de aprobar una ley inspirada en la legislación rusa para amordazar a medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales. «Como partido gobernante, hemos tomado la decisión de retirar incondicionalmente el proyecto de ley que apoyábamos», ha anunciado la formación prorrusa este jueves a través de un comunicado, no sin lar que las críticas de la oposición a esta norma están basadas en «mentiras Los partidos opositores han mostrado su desconfianza ante esta decisión y han anunciado que seguirán con las acciones de protesta.

Las protestas comenzaron en la capital, Tbilisi, tras la aprobación del proyecto de ley en premier lectura en el Parlamento el pasado martes 7. Al menos 133 personas fueron detenidas entre el 7 y el 8 de marzo frente a la sede del órgano legislador, según el Ministerio del Interior, y las fuerzas de seguridad emplearon gas lacrimógeno, cañones de agua y armas sónicas para su dispersión. Los últimos choques con la policía producen esta pasada madrugada en la capital georgiana. Los manifestantes quemaron dos coches, uno de ellos de la policía.

A los manifestantes se unen los partidos de la oposición y la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili. La jefa de Estado emitió un mensaje a la nación frente a la estatua de la Libertad de Nueva York, donde se encontró de viaje oficial, en el que advertía de que esta medida ponía en riesgo la entrada del país en la UE. El alto representante comunitario para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, también subrayó que la nueva ley era muy preocupante e incumplía los requisitos democráticos europeos.

Los manifestantes mueven un contenedor de basura frente tiene un coche de policía en llamas, en la noche del jueves en Tbilisi.

Zurab Tsertsvadze/Associated Press/Lapress

A pesar del anuncio de la revocación de la ley, la oposición georgiana ha anunciado que seguirán las acciones de protesta contra este polémico proyecto. “No le creo a Sueño Georgiano. Eso explica cómo retirar jurídicamente el proyecto. Por ahora el procedimiento es muy ambiguo”, aseguró en una rueda de prensa conjunta de la oposición del país el directo del partido Guircham, Tsotné Koberidze, citado por la agencia Efe. «Continuaremos las protestas hasta que Georgia adopte un rumbo prooccidental garantizado», estimó Koberidze.

Guircham y otras formaciones de la oposición georgiana convocaron una nueva manifestación de esta juventud a las 19.00 horas, hora local, (las 16.00 en horario Peninsular español) en la avenida Rustaveli, arteria principal de la capital georgiana. En ella han participado miles de manifestantes que han exigido la libertad de los detenidos en las protestas de los dos últimos días.

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Lejos de la candidatura de la UE

Georgia solicitó su adhesión a la UE en marzo de 2022 empujada definitivamente por la invasión rusa de Ucrania, pero los Veintisiete se negaron a concederle el estatuto de candidatura, algo que sí consiguieron Moldavia y Ucrania, alegando el estancamiento de las reformas políticas y legales exigidas por Bruselas para iniciar formalmente el proceso de adhesión.

El proyecto de ley georgiana de agentes extranjeros, inspirado en otro homónimo del Kremlin, implica que todo activista u organización que recibiese al menos un 20% de sus fondos del exterior entraría en una lista negra del Ministerio del Interior. L’etiqueta de agente extranjero imponder una serie de restricciones y obligaciones draconianas, y en el caso de no cumplirlas afrontarían multas o, incluso, penas de hasta cinco años de prisión. El gobernante Sueño Georgiano había justificado esa ley asegurando que era necesaria para controlar a las críticas de la poderosa Iglesia Ortodoxa Georgiana, que sigue teniendo un gran peso en la política y la sociedad del país.

En el caso de Rusia, la ley de agentes extranjeros ha sido durada desde la detención del opositor Alexéi Navalni en 2021 y ya no hace falta recibir financiación extranjera: basta con ser considerada una persona u organización bajo el vago concepto de «influencia extranjera» par mantener la obligación de mostrar el destino de cada rublo gastado y etiquetar cada manifestación pública con un mensaje qu’advierta de la condición de agente extranjero. Gracias a esta legislación, las autoridades rusas han podido cerrar ONG defensoras de derechos humanos y por la hicieron de la memoria histórica como Memorial.

La oposición de Georgia critica de hace tiempo a Sueño Georgiano por lo que consideró una excesiva cercanía a Moscú, a pesar de la disputa entre ambos paga a causa de las georgianas regiones de Abjasia y Osetia del Sur, autoprolamadas independientes con apoyo ruso. En 2008, la intención de Georgia de recuperar por la fuerza militar el control de esas dos regiones desató la conocida como guerra de los Cinco Días con Rusia y sus aliados separatistas, que se saldo con algo mas de 600 muertos. Moscú reconoció entonces como Estados independientes a Abjasia ya Osetia del Sur, que Georgia consideraba “territorios ocupados”. El Kremlin compartió allí a demasiadas supuestamente «pacificadoras» —que se habían convertido en soldados acuartelados en bases militares, unos 13.000 entre las dos regiones, según cálculos de Tbilisi— y forzó la sal de mediadores y observadores internacionales.

Moscú ha desmarcado de la tramitación de la ley georgiana. «Nada ha sido inspirado por el Kremlin, el Kremlin no tiene absolutamente nada que ver», ha enfatizado el portavoz de Vladímir Putin, Dmitri Peskov, este jueves, qu’ha recordado que Estados Unidos tiene también su propia ley de agentes extranjeros. Sin embargo, el parecido entre ambas es nominal porque ni el castigo es el mismo, ni Washington persigue a quién considera influenciado por ideas extranjeras.

En Rusia los más preocupados por la inestabilidad política georgiana. El Kremlin resistió frontalmente su entrada en la OTAN, miles de rusos han desplazado allí desde el comeenzo de la guerra, especialmente tras la movilización decretada por Putin en septiembre, y cualquier protestó le trae a la memoria al Kremlin las manifestaciones europeístas de Maidán de 2013 y 2014 en Ucrania. “Sigue siendo un Estado vecino nuestro y, a pesar de que no tenemos relaciones con Georgia como tal, su situación solo puede provocarnos preocupación. Es importante para nosotros qu’haya tranquilidad a lo largo de nuestras fronteras, y allí la situación deja mucho que desear”, ha advertido el portavoz de Poutine.

Un agente lanzó una lata de gas lacrimógeno durante la protesta, la noche del jueves, en Tbilisi.
Un agente lanzó una lata de gas lacrimógeno durante la protesta, la noche del jueves, en Tbilisi.IRAKLI GEDENIDZE (REUTERS)

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