Si bien las autoridades de salud insisten en que la pandemia está bajo control, sus propias cifras lo niegan y reflejan que Nicaragua enfrenta la mayor cantidad de infecciones registradas hasta el momento.
Desde que el 17 de marzo de 2019 se presentó a las autoridades de salud el primer paciente con síntomas asociados a COVID-19 – confirmando que era el primer caso positivo en Nicaragua – el Ministerio de Salud (MINSA) se ha dedicado a centralizar las pruebas y mantiene un registro cuestionable de números.
Más de un año después de este informe, el país enfrenta su segunda ola de infecciones y el mayor aumento de casos desde el inicio de la pandemia. Una situación alarmante confirmada por los mismos datos del Ministerio y los subregistros independientes del Observatorio Ciudadano.
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Sin embargo, a pesar de que las cifras hablan por sí solas, días atrás el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, negó en una entrevista con el gobierno TN8 -de propiedad de uno de los hijos de la pareja presidencial- que el país enfrentaba el mayor brote epidemiológico. Por otro lado, aseguró que el pico más alto se dio entre mayo y julio del año pasado y que actualmente los contagios están “aplanados”.
cifras niegan
Pero los mismos datos de Minsa muestran un panorama diferente. A partir del 19 de mayo de 2020 se inició un aumento brusco de casos, pasando de menos de 25 casos semanales a 254 nuevos casos confirmados esa semana, marcando así el primer pico epidemiológico.
Posteriormente, en la semana del 26 de mayo, las autoridades sanitarias aumentaron el número de contagios a 480 nuevos casos, el número más alto ese año. El 2 de junio de 2020 el nuevo registro indicó que hubo 359 casos nuevos durante la semana, el 9 de junio el número bajó a 346, en la semana del 16 de junio estos volvieron a 359 casos nuevos. El último informe de ese mes cerró en 349.
El 7 de julio de 2020, Minsa reportó 327 nuevas infecciones, en reportes posteriores la ola siguió disminuyendo, hasta que el último registro del mes publicado el 28 de julio apuntaba a 233 nuevos casos. El 4 de agosto de 2020 inició con una notificación de 230 nuevas infecciones, el 11 de agosto pasó a 213 y finalmente el 18 de agosto la notificación se redujo a solo 196 nuevos casos por semana. Desde entonces, los números han seguido disminuyendo.
Los datos confirman lo que señaló el Dr. Sáenz, que entre los meses de mayo y julio de 2020 el país enfrentó un alarmante brote epidemiológico. Sin embargo, este no fue el mayor número de contagios que se presentaron en Nicaragua, según afirmó la Secretaría del Ministerio de Salud.
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Durante siete meses, desde noviembre de 2020 hasta abril de 2021, los informes semanales de Minsa nuevamente se ubicaron en los dos dígitos, alcanzando 63 casos a fines de abril. Fue a partir del 4 de mayo de 2021 que se registraron 91 nuevos casos, iniciando una segunda ola epidemiológica.
El 11 de mayo el Minsa registró 97 nuevos contagios, el 18 de mayo ascendió a 107 y el 25 de mayo ascendió a 131. El 1 de junio de 2021 se inició con 157 nuevos casos confirmados y al final del mes la curva epidemiológica fue ya se localizó en 258 casos.
A partir de ese momento, los números continuaron creciendo rápidamente. Finalmente, fue hasta el 24 de agosto de 2021 que Minsa anunció que durante esa semana habían sido confirmados 495 nuevos casos de COVID-19, superando así el récord más alto de 2020.
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Si bien las autoridades sanitarias del país insisten en que la pandemia está bajo control, sus propias cifras niegan ese discurso e indican que Nicaragua enfrenta el mayor número de contagios registrados hasta el momento.
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El 31 de agosto, Minsa reveló que durante la semana registró 568 nuevos casos de COVID-19, el número más alto desde que llegó el virus al país. Este fue el último informe oficial, por lo que Nicaragua está experimentando el mayor brote de casos, una situación que puede ser aún más crítica dada la falta de medidas gubernamentales para contener los contagios.
De hecho, este mismo fin de semana se realizaron más de 4.000 actividades por parte de los mismos poderes públicos, por lo que hay que esperar al próximo informe del Minsa, que se publica todos los martes, para ver la evolución de la curva epidemiológica.