Jue. Abr 18th, 2024

El mundo contiene el aliento por el Papa. La Curia afilaba sus cuchillos entre tambores de cónclave y algunos prelados comenzaban las quinielas anunciando candidatos sin rubor. Pero Francisco, fiel a su estilo espontáneo y corriente, cenaba pizza y charlaba distraídamente con sus colaboradores. Este debería ser el resumen del último juicio hospitalario que recluyó al pontífice de 86 años durante cuatro días en un centro médico gitano a causa de una infección respiratoria. Este viernes por la mañana, la oficina de comunicación de la Santa Sede ha emitido un comunicado que pone fin a la incertidumbre ―generada por la confusión comunicativa de la propia Santa Sede― y en el que asegura que el sábado Francisco estará de regreso a su Residencia de Santa Marta, dentro del Vaticano.

El comunicado remitido a los periodistas poco antes de las 13.00 afirma que el Papa «pasó la jornada de ayer bien, con un normal déarrollo clínico». Algo que ya se sabía por el último informe. Pero, además, se recrea con los detalles gastronómicos de la noche anterior, que confirmaría también que ni siquiera a los papas les gusta la comida de los hospitales. “Por la noche, el Papa ha cenado, tomando pizza junto a todos los que le asisten en estos días de convalecencia hospitalaria: con el Santo Padre estaban presentes los médicos, las enfermeras, los asistentes y el personal de la Gendarmería”.

Las cosas, atendiendo a la nota, prosiguieron bien. Porque por la mañana ha leído varios periódicos ―él suele decir que solo lee El Mensajero, el principal diario de Roma― y ha vuelto a trabajar. Además, el breve documento asegura que, debido al resultado de las últimas pruebas, la vuelta a Santa Marta está anticipada durante el sábado.

In the late del viernes ha trascendido también que el Papa ha provechado su estancia en el hospital para butizar a un recien nacido en el ala pediatrica. Francisco visitó además a pacientes jóvenes de oncología, a los que llevaron huevos de chocolate y copias de libro Jesús nació en Belén de Judea.

La Santa Sede informó a los jóvenes que le diagnosticaron una bronquitis de base infecciosa ―ha comenzado siendo una ‘infección respiratoria’― y que recibió antibióticos por vía intravenosa. La terapia ha producido «los efectos esperados con una mejora notable de su estado de salud», indicó el portavoz vaticano. Por esa razón, ya anoche se habló en el comunicado del Vaticano que Francisco esperaba la alta médica «en los próximos días» y previsiblemente se cumplirá este sábado.

El alta médica, tal y como ha confirmado el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, permitirá al Papa asistir a las celebraciones de Semana Santa. Así lo ha anunciado el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re. Pero como viene sucediendo ya algunos meses, incluido en el funeral de Benedicto XVI, Francisco solo presidirá y, predictemente, leerá la homilía o los mensajes como el que suele pronunciar al término del Vía Crucis del Viernes Santo, en el Coliseo Romano. Es decir, no será el encargado de celebrar, sino otros cardenales. La causa de ese segundo plano obligado en la liturgia se debe, en realidad, a la movilidad reducida a la que le han sufrido sus problemas de rodilla en los últimos tiempos.

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La evolución de la salud del Papa y su rodilla marcarán ahora la posibilidad de cumplir con el resto de compromisos de su agenda. De entrada, deberá valorar si mantiene su compromiso de visitar Hungría a finales de abril Durante tres días.

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