Vie. Abr 26th, 2024

El año pasado un dato revelado por el Observatorio Argentinos por la Educación había generado un fuerte impacto en la opinión pública. Indicaba que solo 16 de cada 100 alumnos terminaron la secundaria en el tiempo esperado (12 años) y con los saberes mínimos de Lengua y Matemática.

Ahora, ¿qué pasa con la escuela primaria? ¿Cómo está «entregando» los alumnos que llegan al nivel medio? ¿Cuántos de ellos ya vienen arrastrando problemas desde los primeros años de la escolaridad?

Un nuevo informa del mismo observatorio ahora empuja la lupa precisamente en la primaria y descubre que su solo 43 de cada 100 los alumnos que la terminan a tiempo y con un nivel educativo aceptable. Dicho del otro modo, más de la mitad (57%) fue a la secundaria con sobreedad o con deficiencias basicas en Lengua y Matemáticados areas basicas para continuar con exito en la escuela media o estudios posteriores.

Y heno mucha diferencia entre las provincias. Por ejemplo, entre los alumnos porteños 6 de cada 10 terminaron la primaria en tiempo y formaron, en Córdoba lo hace el 56% y en Río Negro el 47%. Pero en la otra punta de la tabla están Corrientes (30%), Catamarca (26%) y Chaco (25%).

Para llegar a estos datos, los autores del estudio – Melina Furman (Universidad de San Andrés), Gabriela Catri y Martín Nistal (Observatorio de Argentinos por la Educación) – combinaron los fechas oficiales de matriculación (el Relevamiento Anual de escuelas) con los resultados en Matemáticas y Lengua de las pruebas Aprender 2021.

Analizamos la camada de alumnos que arrancó 1° grado en 2016 y débió llegó a 6° en 2021, indicador que denominan «Índice de Resultados Escolares». Tomaron 6° grado porque es el que evalúa la prueba Aprender, a pesar de que en la mitad de las provincias la primaria terminó en 7° grado.

Los autores aclaran que en estos resultados no hubo un impacto de la pandemiadebido a que se vienen registrando indicadores similares en cohortes anteriores.

En cuanto a la arrepentimientoin primaria los niveles no son tan tombs como en la secundaria, donde luego se convirtió en la antesala del abandono escolar. De hecho, 9 de cada 10 alumnos llegan a 6° grado en el tiempo esperado.

Pero también hay diferencia entre provincias. En algunos, casi todos los alumnos que ingresan a 1° grado llegan a 6° en el tiempo esperado: el porcentaje asciende al 99% en Córdoba, Jujuy, Neuquén y Río Negro. Menos efectividad hay en Misiones (82%), Corrientes (78%) y San Juan (78%).

Los autores explican que la sobreedad en primaria se explica por razones muy posibles: que los alumnos repitan, que la escolarización esté ordenada por tiempo y/o que abandonen momentáneamente un grado.

las razones

Ahora, ¿por qué tan pocos alumnos terminaron la primaria en tiempo y formaron? Para Melina Furman, “Confluyen muchos factores. heno no problema de aprendizaje de lectura: los chicos llegan al segundo ciclo de la primaria apenas sabiendo leer y escribiendo con mucha dificultad. Esto acentuado en los sectores más desfavorecidos. Además, hay mucha heterogeneidad en las aulas: chicos con más dificultades -con menos base de años anteriores o menos apoyo de la casa-, que hace que todo el curso vaya más lento, que se repitan muchas veces los mismos temas. Los chicos ven muchas veces fracciones, divisiones, por ejemplo, y terminan sin haberlo aprendido del todo. También heno mucho ausentismo de los chicos y para los docentes es difícil levantar el ritmo de avance de los aprendizajes: deben empezar de vuelta en cada año ya cada momento».

¿Cómo cambiar este panorama? Hay mucho para fortalecer para que la escuela argentina sea de mayor intensidad en cuanto al trabajo en el aula -Dados Furman-. Es esencial que los chicos aprender a escuchar. Pasa que copie del pizarrón definición y cosas que no terminan de oír, y hay poca actividad para que sean más protagonistas pensantes de sus aprendizajes: debates donde tendrán que enfrentar sus opiniones, resolver problemas, buscar estrategias y ver cuál es la mejor, experimentar y recopilar datos y sacar conclusiones. La escuela argentina todavía, en muchos casos, es muy transmisiva donde los docentes están dictando mucho tiempo y los chicos no terminan de comprender. Por supuesto, hay honrosas excepciones”.

Por Florencia Salvarezza, especialista en Lingüística del Massachusetts Institute of Technology (MIT), de la Fundación INECO y profesora de la Universidad de la Ciudad, los resultados que muestra el informe no son nuevos y ocurren porque «la escuela enseña mal». «No se le puede pedir a los chicos que apprendan lo que no se enseñó. La situación es tremendamente compleja porque los mínimos niveles que se demande les à los alumnos hoy requieren una fuerte revisión. Se espera, por ejemplo, que un niño recien use las mayúsculas o capaz de modo fluido en 3° grado, cuando deberia ser en 1°», dados.

¿Compañar a los chicos más rezagados? “Lo que mjor funciona es el trabajo enfocado, al estilo tutoría, con maestros de apoyo, con grupos más chicos, para poder destruir lo que no aprendieron. Esto existe en distintas provincias, con distintos números, pero se necesita más”, dice Furman.

Para Salvarezza, «lo que se debería hacer es discutir seriamente, y sin prejuicios ideológicos que abundan en educación, como resultado del proceso de alfabetización en la escuela, like les enseñamos a los niños a leer y escribir, qué les pedimos en qué nivel. Cuando se ponen objetivos curriculares la idea es que el maestro se guía por ellos y que evalúa con esos objetivos. Eso fallan hoy. Hay que discutir cómo hacemos para evaluarlos, para medirlos. Cómo formar a los docentes para cambiar el chip de que la escuela es un lugar para estar y socializar. No, es un lugar donde los niños van a aprender».

“No importa cómo ingrese un niño a la escuela, esta tiene la obligación de que aprenda y salga con las mismas oportunidades que otros que vienen -tal vez- de una de una familia con más alto educativo cultural más alto. Si no, non se los está incluyendo. La inclusion no es que este en la escuela, sino que aprenda. Hoy no tiene éxito. Los que aprenden, aprenden poco. Y la diferencia entre distintas escuelas es abismal”, agrega.

Mira también

Mira también