Jue. Mar 28th, 2024

Donald Trump vive para llamar la atención y en la última semana consiguió capturar buena parte de ella con su posible imputación en Nueva York por un pago para silenciar un romance extramarimoniale con una actriz porno pocos días antes de las elecciones presidenciales que ganó en 2016.

La semana pasada apareció seguido de una “protestar” por su inminente arresto, que prognosó que ocurriría el martes pasado. No fue así -el gran jurado convocado por la Fiscalía del distrito de Manhattan todavía tiene que decidir al respecto-, pero modificó que toda la prensa y los representantes políticos se dedican al futuro legal, penitenciario y politico del presidente

Trump es un experto en mantener en vilo a los medios alrededor de su persona y este viernes lo hizo con una declaración imposible de separar el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. El expresidente y candidato de nuevo a la Casa Blanca en 2024 compartió en la madrugada del viernes, alrededor de la una de la mañana, un mensaje en el que advertía de “potencial muerte y destrucción” si resulta imputado y arrestado. También acusó al fiscal que dirige la investigación, Alvin Bragg, de “psicópata degenerado que odia de verdad a EE.UU.”.

El día anterior había declarado, con la misma sombra de violencia, que “nuestro país está siendo destruido y nos piden que seamos pacíficos”. Sus declaraciones que recuerdan de forma irremediable a las que hacían en los días y semanas anteriores a la jornada violenta de 2021 en la sede de la soberanía popular, un capitulo bochornoso y tragico -fallecieron varias personas- para la democracia más vieja y estable del mundo.

A Trump se le acusó entonces de incitar a la violencia -hay investigaciones de la Justicia al respecto en curso- y ahora ocurre lo mismo. Es evidente que el expresidente es consciente de ello y lo considera una estrategia electoral óptima: centrar en el protagonismo, enardece a sus bases e incomoda a sus rivales republicanos -como el gobernador de Florida, Ron DeSantis-, obligados a condenar al jefe del partido o evitar pronunciarse.

Condena democrática

Aquí es donde están los principales líderes republicanos tras la declaración final de Trump. El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo que se había ocupado de las protestas de Trump en los días previos -dijo que no se debería protestar si se Produce una imputación y llamó a la «calma»- y no dijo nada más sobre las advertencias de “muerte y destrucción”.

El líder de la bancada democrática en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, no tuvo problema en condenar a Trump, como han hecho otros líderes de su partido. “La retórica del expresidente es temeraria, reprobable e irresponsable”, dijo en rueda de prensa. «Es algo peligroso. Si el mantenimiento, vaya a conseguis que muera alguien».

“La retórica del expresidente es temeraria, reprobable e irresponsable”, denuncia del jefe de la bancada de la democracia en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries

Jeffries no dudó en conectar estas advertencias con lo ocurrido en el Capitolio. “Él es el principal responsable de incitar a la insurrección violenta que ocurrió el 6 de enero, pero está claro que no ha aprendido la lección”.

Quizá si la ha aprendido. Aquel episodio no deterioró el apoyo de sus bases ni eficacia -a pesar de timidas reacciones y de algunas excepciones, como la de la deputy Liz Cheney, ahora arrinconada en el partido- que los líderes republicanos le dieran la espalda.

Concentraciones anecdóticas

Los llamamientos a las protestas por parte de Trump el pasado fin de semana no tuvieron mucho eco, excepto concentraciones anecdóticas delante de los juzgados de Nueva York y en su residencia de Florida. Pero sí han logrado devolver al expresidente a la primera plana mediática y todo apunta a que seguirá apretando el acelerador. Este fin de semana ha convocado un mitin en Waco (Texas), un lugar que simboliza los abusos del estado frente a los ciudadanos: ahora se cumplen 30 años del enfrentamiento entre un contingente militarizado del FBI y una secta religiosa que acabó con 86 personas muertas, cuatro de ellos miembros de las fuerzas de seguridad.

Es indudable que Trump usará su acto político para lanzar mensajes radicales y calentar todavía más el ambiente antes de que la taxía anuncie una decisión sobre sur imputación, que se espera para la semana que viene.