Sáb. May 18th, 2024
GT: La vacunación SP registra que de los 25.000 privados de libertad, solo 3.000 tienen un esquema completo
La población privada de libertad comienza a vacunarse contra Covid-19. Foto: Oficina para la Prevención de la Tortura, Región Occidental

Con varios meses de retraso, la población privada de libertad comienza a vacunarse contra el COVID-19 en las 22 cárceles que operan en todo el país, una situación urgente por los niveles de hacinamiento en los que vive la mayoría.

Desde el inicio de la pandemia, se han identificado un total de 504 infecciones por Covid-19 en los centros de detención, de los cuales hay 25 casos activos. Los recuperados ascienden a 439 y los fallecidos a 40.

En el marco administrativo y operativo del Sistema Penitenciario (SP), 205 personas resultaron infectadas y seis fallecieron, según datos de la institución.

Luis Rodolfo Escobar, director del SP, dice que, de las 25.002 privadas de libertad contabilizadas hasta el pasado lunes, 5.000 personas reciben la primera dosis, de las cuales 3.000 están inmunizadas con el esquema completo. Los centros donde se dieron las primeras vacunas son: Granja Penal de Canadá, Quiché, Zacapa, Chimaltenango, Quetzaltenango y la Cárcel de Mujeres de Cobán, dijo.

Esta semana prepararán una cobertura más amplia en el sector Fraijanes, que incluye cuatro centros, y que comenzará con las primeras 5.000 dosis distribuidas al Centro de Orientación de la Mujer (COF) y la Fazenda Modelo de Rehabilitación Penal Pavón. Hasta el momento no está confirmado qué tipo de vacuna se administrará.

“Hemos hecho las solicitudes correspondientes, trabajamos en conjunto con el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPAS) y tenemos una puerta abierta para trabajar juntos, pero les toca a ellos como órgano rector el manejo de la pandemia”, dijo. Escobar.

OFICINA CONTRA SEÑALES DE TORTURA DE LENTO PROCESO

Por su parte, la Dra. Cecilia Barrios, relatora de la Oficina Nacional para la Prevención de la Tortura en la Región Occidental, informa que desde su cargo, ha tomado la iniciativa de administrar inmunización a personas de esa zona del país, en conjunto con el Dr. Juan Nájera, Director del Área de Salud de Quetzaltenango. “Por los riesgos y la lentitud del proceso”, dice.

Este lunes, aproximadamente 355 personas fueron inmunizadas con una segunda dosis de Quetzaltenango Male Preventive.

“La población carcelaria en Occidente se está preparando para una primera dosis de AstraZeneca. La semana pasada terminó con un grupo de particulares en las cárceles de Totonicapán y Quiché. De este grupo, un total de 83 personas en Totonicapán, hombres y mujeres, fueron vacunadas a 70 personas. En la cárcel de Quiché, de un total de 89 internos, solo dos se negaron.

La semana que viene el grupo Cantel, que calculo en unas 3.000 personas, incluidos los que pertenecen al centro preventivo San Marcos, continuará con el plan de vacunación ”, explica.

SALUD: EL SISTEMA PENITENCIARIO PUEDE COORDINAR

La Unidad de Supervisión, Seguimiento y Evaluación del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) informa que, en algunos departamentos, como Escuintla, se ha vacunado a la población penitenciaria, pero esta es una coordinación que corresponde a cada Dirección de Área, como Es necesario asegurar previamente que la actividad se pueda realizar sin ningún tipo de riesgo para los equipos sanitarios responsables de la vacunación.

“En los lugares donde no se llevó a cabo, el Sistema Penitenciario puede coordinar localmente para que se lleve a cabo lo más rápido posible”, informaron.


POBLACIÓN PRISIONERA CON MAL ACCESO A LA SALUD

El relator Barrios comenta que se trata de una población vulnerable, muchos de ellos se contagiaron por culpa de los guardias, lo que provocó un contagio en la cárcel de Quiché el año pasado.

“La vacunación está muy atrasada, aunque desde el principio se pidió al sector privado que estuviera en primera línea. En los centros no siempre reciben insumos de primera necesidad como gel alcohólico o mascarillas. Además, se prohíbe el ingreso de estos líquidos por familiares, por medidas de seguridad ”, agrega.

ARTESANOS COLECTIVOS: LA VACUNACIÓN ES VITAL PARA SUPERAR

Para Andrea Barrios, directora del Coletivo Artesana, la vacunación en los centros de detención es muy importante, considerando el nivel de hacinamiento, por encima del 300% en la mayoría de los edificios.

Además, existen riesgos que los hacen más vulnerables, como la gran afluencia de personal administrativo y operativo o las visitas a audiencias. Recordó que el sector privado tiene limitaciones en el acceso a la salud y los medicamentos, lo que no limita el derecho a la vacuna. Al mismo tiempo, las jornadas de sensibilización son urgentes, porque ahora no todo el mundo quiere vacunarse, dijo.

La lentitud de este proceso se debe a que parece que los privados de libertad están fuera del radar de este problema. En segundo lugar, no existe un vínculo permanente ni una coordinación fluida entre instituciones. Por un lado, el SP es una entidad centralizada donde los directores de cada centro no tienen función representativa y no hay delegados departamentales. Por otro lado, el plan de vacunación se lleva a cabo localmente en coordinación con las respectivas áreas de salud de cada municipio, dijo Barrios.


DESAFÍOS

A pesar de las condiciones, también existe una renuencia a inmunizarse contra Covid-19. Un alto porcentaje no quiere vacunarse, por diversas razones. “Estimo hasta un 25% según la encuesta, principalmente en el interior del país”, dice.

Por ello, el director del SP explica que trabaja con el Departamento de Rehabilitación, a través de los servicios médicos y psicológicos, para concienciar a la población penitenciaria y aclarar que no hay mala fe por parte de la entidad, ya que en todo caso el órgano de gobierno de este plan es MSPAS.

TRES SOLUCIONES

Ante el hacinamiento que existe en los centros penitenciarios, el director del SP garantiza que parte de su trabajo se centra en tres acciones para liberar al contingente de población en los 22 centros, ya que el de Guastatoya, El Progreso, sigue discapacitado.

Por un lado, continúa el plan de construcción de un penal con capacidad para albergar a más de 3.000 personas, y por otro, la descentralización con convenios interinstitucionales como alcaldes, con el objetivo de abrir cárceles de menor tamaño, como se hizo en Malacatán, San Marcos.

Por último, se está trabajando para reducir el número de retrasos. De 1.500 casos se redujeron a 60, que están en espera de juicio para que los internos puedan iniciar el proceso de recuperación de la pena.