Lun. May 13th, 2024

Menos huelguistas y menos manifestantes en la jornada nacional de protesta contra el tercer proyecto de reforma del sistema nacional de pensiones, el martes. Pero los sindicatos convocan para el sábado otra jornada de lucha contra el proyecto de Emmanuel Macron, prolongando una incierta guerra.

Al término de la jornada de protestas y protestas, los estallidos de violencia relativa, en la plaza de la Bastilla parisina, con muchos gases lacrimógenos, cargas policiales y violencias callejeras, nubes tóxicas de cocteles molotov y fumígenos, confirmaron una determinación callejera, que las centrale sindicales resumían con estas declaraciones de principios: “La reforma es intolerable. No pararemos hasta que se retire por completo». “Hacer trabajar hasta los 64 años es una regresión social”.

Según los sindicatos, en Francia (68 millones de habitantes), más de doscientas manifestaciones tuvieron “cerca de 2 millones de personas”. Cifra en la baja. El 19 y el 31 de enero, los mismos sindicatos reclamaron entre 2 y 2,5 millones de personas.

El Ministerio del Interior informó más modestamente: entre 1,27 y 1,14 millones de personas, el 31 y el 19 de enero pasados. Un hueso 757.000 manifestantes en Francia hoy. Cifra muy modesta.

Las huelgas convocadas para “paralizar” el país, también parecían relativamente más modestas, durante la jornada del martes.

En los ferrocarriles franceses, la movilización retrocedió del 46,30 al 25% de participación. Retroceso del 35 al 14% participación en educación. Retroceso del 12 al 4,5% de participación en la función pública. Por el contrario, la agravación en un terreno sensible, la distribución de combustibles, dando los sindicatos siguen contando con una movilización del 56%, temiendo problemas de abastecimiento en sectores como la distribución en centros comerciales.

Mientras la Asamblea Nacional sigue discutiendo el proyecto, con muchos enfrentamientos verbales, a primera sangre política, los sindicatos han convocado una nueva jornada de manifestaciones y protestas para el próximo sábado, día 11.

Raymond Soubie, antiguo consejero para asuntos sociales de dos presidentes conservadores, Jacques Chirac allá Nicolas Sarkozy, analiza la crisis del fondo de este modo: “Si Emmanuel Macron cede ante la presión callejera estaría muerto políticamente. Su presidencia terminaría de mala manera. Al mismo tiempo, el presidente se equivocaría pensando que el retroceso del número de protestantes, el martes, anuncia el «fin». Puede temer lo peor. Todo el mundo sabía que los sindicatos habían convocado otra huelga, el sábado, que es muy bien día para manifestaciones. Los sindicatos retrocedieron el martes, pero pueden crecer el sábado. La guerra sigue, incierta”.