Dom. May 19th, 2024


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El Presidente y el ministro de Economía probaron el viaje a Mendoza para aclarar posiciones y despejar la interna. El impacto de la frase de Malena Galmarini.

Cuando Malena Galmarini salió a admitir publico el enojo de sergio masa por las «operaciones políticas» que «vienen de la Casa Rosada» no sabía qu’horas tarde el ministro de Economía sufrirá en avión junto a Alberto Fernández. Los que conocen hace décadas la dinámica de esa pareja aseguran que no es habitual que repasen sus agendas del día en un ámbito familiar y considerando la versión «absolutamente creíble».

Is that the duras declaraciones de Galmarini habían retumbado en los dos campamentos del oficialismo, en parte porque llegaron para blanquear una pelea que hasta entonces sólo se había manifestado en of the record. Con todo, el raid mediático que este miércoles realizó el titular de AySA por el día mundial del agua forzó una charla entre Alberto F. y Massa que se atribuye para descomprimir tensiones luego mensajes y objetar cruzadas y que el Gobierno cerrara filas en defensa del canje de bonos de la Anses y otros organismos oficiales por letras en pesos.

El Presidente dio un primer paso para el reencuentro con Massa cuando lo pasó a buscar con el helicóptero por Casa Rosada. Podría haber ido directo desde la Quinta de Olivos a Aeroparque y esperarlo en el avión que usó par ir a Mendoza, pero cuando el tigrense confirmó que se sumaría tras la reunión con los banqueros y empresarios en el Palacio de Hacienda decidió un cambio de hoja de camino.

Así, Fernández lo esperó en el helipuerto y juntos siguieron camino. Publicly, en el acto, se mostró en sintonía y el Presidente se esforzó por elogiar la política de Transporte, una de las carteras que lidera Massa con su tropa desde que asumió en 2019.

Aunque no se abordó la Economía, Massa disfrutó de la escena porque sonó a una reivindicación de su equipo (lo acompañaban el ministro Diego Giuliano y el presidente de Trenes Argentinos, Martín Marinucci) en el que los reproches que recibió desde el Frente de Todos y que, tal como expuso Galmarini, para el tigrense surgían desde el entorno presidencial, lo habían hecho explotar de furia en su regreso de Panamá.

Massa, que al igual que Fernández manejó con mucha fluidez el timming de los medios y periodistas, observó que las críticas que se multiplican luego de que conociera el índice de inflación de febrero se generaban desde Balcarce 50. Ello pesa a que las únicas voces de alerta las aportó el kirchnerismo.

«El mensaje de Sergio fue claro. Si le juegan a la interna tonta poniendo en riesgo la economía, él va a contestar», confió a Clarín una inobjetable fuente del entorno del ministro.

Desde Casa Rosada, fuentes oficiales aseguraron que el Planteo del Presidente «fue el mismo que dice siempre: que no manda a operar ni a declarar a nadie», y que transmitió «que no sabe de dónde sacan los periodistas las cosas que se dicen» contra Massa y su gestión económica.

No hubo, en ese sentido, mayores reproches: aunque la relación lejos está de ser aquella de extrema confianza que llevaron al tigrense a volver al kirchnerismo de la mano de Fernández, saben que no hay margen para más peleas y acordaron mirar «hacia adelante»

El clima de la charla, según pudo saber este diario de distintos interlocutores de ambos bandos, fue «sincero» y mucho «mas tranquilo» que el tono de la llamada telefónica del domingo, que no terminó en los mejores términos. Mientras, como contó Clarín, Massa no llegó ha consultado al Presidente por los detalles de la intervención de Edesur. «Se conoce hace muchos años, no se van a pelear por dos o tres, pero tenían cosas que charlar», explicó una de las fuentes.

Luego, hablaron de la gestión. Resaltaron los datos del desempleo, que cayeron al 6.3% y luego se al canje en pesos y del impacto que la medida podía tener nos sólo en los mercados sino en el Fondo de Garantía de la Anses. Massa, que ha elaborado el borrador del DNU que levantó la firma de Alberto y el restaurante de los ministros, confía en que la medida repercutirá positivamente en el nivel de apoyo a los banquillos y dijo estar convencido de que los permitirán tener una herramienta para ordenar los mercados.

«Volvieron juntos a la tarde y terminaron de purgar la firma de los ministros para que saliera rápido el DNU», cuenta desde el Gobierno.