Sáb. May 18th, 2024
DRAMA FRONTERIZO: Se detectan 300 niños GT diariamente
Todos los días, cientos de migrantes centroamericanos (incluidos niños) son detenidos por agentes de CBP en su intento de llegar a suelo estadounidense. Foto: CBP

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) anunció recientemente que anualmente se detectan más de 100.000 niños guatemaltecos en la frontera sur de Estados Unidos, con un promedio diario de 318 casos. En este sentido

Justo Solórzano, Especialista en Protección de UNICEF Guatemala, confirmó que desde 2019 hasta agosto de 2021 se detectaron 336,852 niños migrantes en la frontera sur de Estados Unidos. La mayoría de los detectados iban acompañados de sus familiares (253.587), pero el número de menores no acompañados sigue siendo significativo (83.265).

Según el experto, en esta etapa se detecta un promedio de 318 niños guatemaltecos. “Podemos hablar de un promedio de más de 100.000 al año, recordemos el período fiscal de Estados Unidos de septiembre a septiembre”, agregó.


DE ENERO A SEPTIEMBRE DE 712 SE REGRESARON

Por otro lado, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) informó que, en los primeros ocho meses de este año, 712 menores fueron devueltos vía aérea desde Estados Unidos. Nuevamente, la mayoría de los casos con jóvenes siguieron con 674; Se registraron 38 casos de niños y adolescentes no acompañados (NNA).

La tendencia en estos números refleja que la mayoría de los niños y adolescentes son hombres. De los menores monitoreados, 346 eran hombres y 328 eran mujeres; Si bien hubo 27 casos de hombres y 11 de mujeres, uno de los jóvenes y los niños fueron monitoreados.

LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA MIGRANTE SON DIFERENTES

Otto Rivera, de la Coordinación Institucional para la Promoción de los Derechos del Niño (Ciprodeni), comentó que se identificaron cuatro causas principales de migración de niños, niñas y adolescentes: pobreza y pobreza extrema, altos niveles de violencia, ausencia de políticas sociales básicas y reunificación familiar.

Si bien estas son las 4 causas comunes en la población migrante, Rivera enfatizó que no se pueden generalizar a la población migrante de niños, niñas y adolescentes. Sostuvo que con base en estos perfiles, se deben hacer consideraciones para crear estrategias de intervención efectivas.

“Cuando se trabaja en el tema, está claro que hay categorías más específicas. No es lo mismo una unidad familiar que una niña, niño o adolescente migrante no acompañado que ha regresado; infancia y adolescencia de migrantes indígenas y no indígenas; niños y adolescentes migrantes con discapacidad; niñas migrantes y madres adolescentes; y niños, niñas y adolescentes pertenecientes a la diversidad sexual ”, explicó.

TRÁFICO, VIOLENCIA SEXUAL, ENTRE OTROS RIESGOS

Cabe destacar que durante el trayecto, los niños, niñas y adolescentes están expuestos a la trata de personas, la trata de personas, los cárteles de la droga y el crimen organizado. En el caso de las niñas y mujeres adolescentes, un peligro latente es la violencia sexual.

La migración de menores puede poner en peligro la vida. Foto: CBP

Rivera citó el testimonio de una mujer, quien habló sobre la importancia de llevar anticonceptivos en el viaje. El profesional recordó sus palabras: “así que si te violan, solo tienes el recuerdo del hecho, pero no un bebé”.

EFECTOS PSICOLÓGICOS DE LA FRUSTRACIÓN Y POST-MIGRACIÓN

El representante de Ciprodeni agregó que, si bien es cierto que muchas personas que hacen el viaje no se conocen, muchas de ellas lo hacen bien en la ruta migratoria, creando redes de solidaridad y apoyo. Sin embargo, “cuando llegan a la frontera sur y son detenidos por las autoridades migratorias, no hay una red de solidaridad válida, todos tienen que ver cómo se defienden, cómo reaccionan y cómo regresan a su país”.

Además del desgaste de la ruta, Rivera describe que se genera un sentimiento de frustración en el niño o adolescente por no alcanzar su meta. Agregó que estas condiciones psicosociales no solo están presentes en el retornado, sino en su familia y comunidad. “Incluso hay elementos de burla. Así como hablan bien de los que lograron cruzar la frontera, también hay denuncias de los que no pueden ”, describió.

Por otro lado, existe presión, en algunos casos, de la familia de los retornados por los costos incurridos con el “coyotaje”. “Hay familias que se endeudan entre Q90.000 y Q120.000”, dijo y agregó que el coyote ofrece tres oportunidades para cruzar la frontera; «Si la tercera vez no tienen éxito, no habrá más compromiso por parte de quienes acompañarían al migrante», dijo.

Además de la frustración y la presión psicológica, describió que en muchos entornos familiares se responsabiliza directamente al menor, calificándolo de «fracasado» o exigiéndole que encuentre alguna alternativa para cruzar la frontera.

SOLUCIONES ESTATALES

Tomando en cuenta los puntos planteados anteriormente, Otto Rivera formuló formas de mitigar la migración en la primera infancia, niñez y adolescencia. Primero, comentó que es importante abordar las causas estructurales de la migración: falta de educación, violencia, pobreza, entre otras.

Además de lo anterior, se deben crear políticas sociales básicas. Al garantizar condiciones de acceso a la salud, alimentación, educación y protección integral, aseguró que “los niños y adolescentes sanos, nutridos, con educación de calidad y una reducción absoluta de la vulnerabilidad, no pensarán en migrar”.

Agregó que si Guatemala no cuenta con opciones recreativas, culturales o de empleabilidad, los niños seguirán buscando mejores oportunidades en otro país. “Esto es lo que debe hacer el Estado de Guatemala”, concluyó.

ENCUENTRA MÁS DE 50 MENORES NO ACOMPAÑADOS

Por ejemplo, la Patrulla Fronteriza del Sector de Tucson informó hoy la ubicación de un grupo de 102 migrantes al norte de la valla fronteriza internacional cerca de San Miguel, Arizona. Más de 50 eran menores no acompañados de Guatemala.