Mié. Abr 24th, 2024
5 cosas que debe saber sobre la vacuna COVID-19

Desde marzo, Nicaragua se suma a la jornada de vacunación contra COVID-19, pero la falta de información de las autoridades deja muchas dudas sobre ellas.

Desde marzo pasado, Nicaragua se ha sumado a la campaña mundial de inmunización contra el virus COVID-19. Sin embargo, la escasa información proporcionada por las autoridades sanitarias del país plantea varias dudas sobre la efectividad de las vacunas en la población. A continuación, proporcionamos cinco datos que debe conocer sobre ellos.

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1. Solo dos vacunas disponibles

En Nicaragua solo se están aplicando dos vacunas, la de AstraZeneca producido en la India con el nombre de Covishield, y el Sputnik V producido por Rusia; Si bien a principios de este año la vicepresidenta Rosario Murillo garantizó que llegaría también un millón de dosis de American Moderna, que tiene un porcentaje de eficacia de hasta el 94,1%, hasta el momento no ha ingresado al país.

La vacuna AstraZeneca se está aplicando actualmente tras una reciente donación del gobierno de España, esta vacuna tiene una eficacia del 63,09% frente a la infección sintomática por COVID-19. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), intervalos más largos entre dosis en el rango de 8 a 12 semanas se asocian con una mayor eficacia de esta vacuna.

La vacuna Sputnik V fue la primera en registrarse en el mundo contra COVID-19, aunque la falta de datos sobre su composición generó escepticismo en un principio. El Fondo Ruso de Inversión Directa, que vende la vacuna en el extranjero, afirma que 70 países ya han autorizado su aplicación. El esquema es de dos dosis con un intervalo mínimo de 21 días para la segunda aplicación.

2. Se vacunará un porcentaje bajo de la población

Aunque Murillo anunció a principios de este año que Nicaragua podría proteger a 3 millones 731,000 900 personas en 2021, o el 55% de la población, meses después del inicio de la jornada de inmunización, el presidente Daniel Ortega indicó que solo 2.8 millones de personas serían vacunados, lo que equivale apenas al 32% de los nicaragüenses.

Asimismo, este año solo podrán vacunarse las personas mayores de 30 años y aquellas que entren en los grupos de riesgo de enfermedad crónica. Con este objetivo, Nicaragua tendría el día de vacunación más lento de toda Centroamérica a fin de año.

3. Controversia sobre las dos vacunas

Las dos vacunas disponibles en Nicaragua están envueltas en varias controversias. Por otro lado, el de AstraZeneca estuvo indicado por casos de trombosis presuntamente relacionados con la vacuna, lo que hizo que varios países europeos decidieran suspender la inoculación. Sin embargo, al final, se confirmó que los beneficios de la vacuna superaban los riesgos.

En cuanto al Sputnik V, como ha sucedido en algún momento con AstraZeneca, la demanda ha sido alta y hace meses varios de los países que firmaron acuerdos para adquirir la vacuna rusa estaban en apuros por falta de dosis. Y a diferencia de AstraZeneca, Sputnik V usa diferentes componentes en sus dos dosis, y la mayoría de las vacunas recibidas fueron el componente uno.

Por lo tanto, las autoridades rusas respondieron destacando la efectividad de su primer componente de Sputnik V, nombrándolo Sputnik Light, que en su sitio web oficial las autoridades sanitarias rusas afirman tener una eficacia del 79,4% con esta primera dosis sola. Sin embargo, ante nuevas variantes más contagiosas, es importante completar ambos ciclos de inmunización.

4. Síntomas después de la vacuna.

Tras la vacunación frente al COVID-19, pueden producirse algunos efectos secundarios que, según los expertos, «son signos normales de que el organismo está generando protección». Estos efectos secundarios deberían desaparecer en unos días y no todos los padecen.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el monitoreo de la vacunación históricamente ha demostrado que los efectos secundarios generalmente ocurren seis semanas después de la administración de la vacuna.

Algunos de los efectos secundarios más comunes son dolor en el brazo inyectado, enrojecimiento e hinchazón; También puede causar cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos, fiebre y náuseas. El CDC recomienda aplicar una toalla fría en el área, ejercitar el brazo, beber muchos líquidos y usar ropa ligera para aliviar las molestias. Además, los efectos secundarios después de la segunda dosis pueden ser más graves que los experimentados después de la primera.

5. ¿Cuándo debería vacunarse?

Dado que el stock de vacunas es limitado, deben aplicarse según los grupos que las autoridades sanitarias han valorado como prioritarios por el nivel de riesgo. Asimismo, se puede ofrecer la vacuna a quienes ya hayan contraído el virus.

Un epidemiólogo anónimo indica que si ha tomado COVID-19, la vacuna se puede administrar dentro de una semana, después de que se resuelvan los síntomas, o incluso antes; Sin embargo, recomienda que no se haga de forma rápida por el riesgo de transmitir la infección y porque si persisten los síntomas puede provocar molestias con la vacuna, es decir, intensificar los síntomas.

En cuanto al tiempo de aplicación entre una dosis y otra, el especialista señala que se puede vacunar hasta tres meses porque «después de este período los anticuerpos comienzan a disminuir y ya no puede tener protección natural y es mejor vacunarse usted mismo no después de tres meses para no perder tu inmunidad y que la refuerces con la vacuna ».