Sáb. Ene 18th, 2025
Daniel Noboa prioriza desafíos energéticos y de seguridad nacional en Ecuador

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció la cancelación de su participación en el Foro sobre Cambio Climático, previsto en Brasil, para centrarse en dos crisis que afectan al país: una grave crisis energética y la creciente presión política derivada de la incertidumbre. La decisión fue comunicada a través de sus redes sociales, donde Noboa explicó que la canciller Gabriela Sommerfeld representará al país en una acción climática para buscar una solución regional a los problemas energéticos, mientras él permanece en Ecuador para abordar la situación junto a su equipo.

Los problemas energéticos han puesto al país en una situación crítica. El racionamiento eléctrico, que puede durar hasta diez horas diarias, afecta a millones de ciudadanos y complica las actividades diarias, especialmente en regiones donde la falta de electricidad también limita el acceso al agua potable. Este problema, que se ha agravado en las últimas semanas, se debe principalmente a una prolongada sequía que ha reducido drásticamente el nivel de agua de los ríos que alimentan las principales centrales hidroeléctricas de Ecuador, incluida la central Paute, responsable de producir el 38% de la energía del país. El déficit de agua se vio agravado por problemas de mantenimiento en otras centrales eléctricas, dejando al país con un déficit de energía de alrededor de 1.100 megavatios en un sistema que depende en un 72% de la generación hidroeléctrica.

Al mismo tiempo, Noboa enfrenta una fuerte presión política en materia de seguridad nacional. Uno de los principales focos de tensión es el Ministro del Interior, quien desde 2021 es un actor clave en la lucha contra las bandas criminales que han sembrado la violencia en Ecuador. La oposición, encabezada por el partido Revolución Cívica del expresidente Rafael Correa, acusa al ministro de incumplir sus funciones debido a la actual ola de incertidumbre. La Asamblea Nacional está evaluando su situación política, lo que ha creado un ambiente de incertidumbre en el gobierno.

El impacto de la violencia en Ecuador ha alcanzado niveles alarmantes. Sólo en los primeros meses de 2024, la policía registró 4.239 muertes violentas vinculadas al crimen organizado. Aunque esta cifra refleja una ligera disminución en comparación con el mismo período del año pasado, cuando se notificaron 5.097 casos, la situación sigue siendo crítica. Las disputas entre bandas de narcotraficantes han desatado una ola de enfrentamientos que han afectado tanto a zonas urbanas como rurales, dejando a la población en un estado de vulnerabilidad constante.

En su mensaje, Noboa reconoció que el país atraviesa un momento difícil. “Ecuador enfrenta desafíos que nos han puesto a prueba como nación. «Es hora de actuar con decisión y afrontar estas crisis de frente», afirmó el presidente, destacando su determinación de encontrar soluciones a los problemas más acuciantes.

Mientras tanto, el Foro sobre Cambio Climático, celebrado en São Paulo los días 22 y 23 de octubre, reúne a líderes internacionales para abordar temas como el cambio climático, la transición hacia fuentes de energía renovables y la economía global. La ausencia de Nobo en el evento refleja la prioridad que el presidente ha dado a las crisis internas, dejando la representación de Ecuador en manos de su canciller.

La situación energética también tiene impactos económicos y sociales. La falta de electricidad afecta a sectores clave como la industria, el comercio y la agricultura, mientras que las comunidades más vulnerables enfrentan mayores dificultades para acceder a los servicios básicos. En algunas regiones, los cortes de energía pararon las bombas de agua que abastecían a zonas de gran altitud, lo que exacerbó la escasez de agua potable y amenazó la salud pública.

El panorama energético de Ecuador pone de relieve la fragilidad de un sistema altamente dependiente de los recursos hídricos. Las autoridades han señalado que la sequía actual es una de las más graves en décadas, una situación que puede estar relacionada con el cambio climático. Sin embargo, también se han criticado la falta de previsión del país y la limitada diversificación de las fuentes de energía. Ante este escenario, el gobierno ha comenzado a explorar la posibilidad de importar energía de países vecinos como Colombia y Perú, aunque estas medidas no serían suficientes para cubrir el déficit global.

Por otro lado, la incertidumbre sigue siendo un tema prioritario en la agenda nacional. Las bandas criminales han consolidado su presencia en varias regiones del país, aprovechando las lagunas de autoridad y la limitada capacidad de las fuerzas de seguridad para contener la violencia. El gobierno lanzó operativos policiales y militares para combatir el crimen organizado, pero los resultados no fueron suficientes para revertir la percepción de inseguridad entre los ciudadanos.

La oposición, encabezada por el partido de Correo, aprovechó esta situación para intensificar las críticas al gobierno de Nobo. Las acusaciones de ineficiencia y falta de liderazgo han sido constantes mientras el ejecutivo lucha por mantener el control en un contexto de alta polarización política. La Asamblea Nacional, donde la oposición está fuertemente representada, se ha convertido en un campo de batalla clave para definir el futuro del gobierno y sus principales aliados.

Pese a la adversidad, Noboa reiteró su compromiso con el país y su visión de encontrar soluciones de largo plazo a los problemas estructurales que enfrenta Ecuador. Sin embargo, el camino no será fácil. La combinación de la crisis energética, la creciente incertidumbre y la tensión política interna presenta un desafío monumental para su administración.

En este contexto, el apoyo internacional podría desempeñar un papel clave. Tanto en el sector energético como en la lucha contra el crimen organizado, la cooperación con otros países de la región podría ayudar a mitigar los efectos de las crisis y fortalecer las capacidades del gobierno ecuatoriano. Sin embargo, la eficacia de estas alianzas dependerá en gran medida de la capacidad de un país para estabilizar su situación interna y generar confianza en sus socios estratégicos.

Ecuador se encuentra en un momento crucial donde las decisiones que se tomen en los próximos meses tendrán un impacto significativo en su futuro. La capacidad de Nobo para gestionar estas crisis será fundamental no sólo para su gobierno, sino también para la estabilidad y el bienestar de los millones de ciudadanos que enfrentan las consecuencias de estos desafíos todos los días.