La tecnología ha sido nuestro gran aliado para hacernos la vida más fácil, de eso no hay duda. Sin embargo, es normal que con el uso y abuso constante de cualquier dispositivo conectado a internet, nos sintamos tan agotados que nuestro cuerpo y mente nos piden que paremos.
La tecnología ha sido nuestro gran aliado para hacernos la vida más fácil, de eso no hay duda. Sin embargo, es normal que con el uso y abuso constante de cualquier dispositivo conectado a internet, nos sintamos tan agotados que nuestro cuerpo y mente nos piden que paremos.
El derecho a la desconexión digital es ley en diferentes países. Por ejemplo, en España, una investigación de InfoJobs de 2017 en ese momento mostró que solo el 28% de las empresas respondieron a las políticas de desconexión digital, mientras que el 51% de los trabajadores reconocieron que respondían a correos electrónicos y llamadas laborales tanto en días festivos como en fines de semana.
Si bien las responsabilidades de los distintos trabajos pueden requerir una mayor disponibilidad para unos que para otros, es necesario que sepamos poner límites entre la vida privada y el trabajo, porque entre los dos está nuestra salud mental.
De hecho, en países como Irlanda, ya se trata de la posibilidad de un código de derecho al descanso, en el que se tocan tres puntos importantes: el derecho a no trabajar a diario en horas no habituales, a no ser sancionado por ello. y respeto entre empleados a sus compañeros para desconectar.
Este último punto me llamó la atención, ya que es el reconocimiento de esta necesidad de cuidarse unos a otros, ya que si bien las empresas son responsables de la correcta gestión del tiempo de sus empleados, la responsabilidad individual juega un papel importante en el cumplimiento de este derecho.
Cuando somos responsables de nosotros mismos, pero también de quienes nos rodean, creamos un cambio cultural importante, que parece una bendición en momentos en que la salud mental de todos está en juego debido al agotamiento.
La invitación es a ser responsables de nosotros mismos, ya que las aplicaciones que usamos en el trabajo son tan apasionantes como nuestras redes personales. De lo contrario, ¿qué estamos haciendo realmente? El fuego no se apaga agregando más gasolina a la vela.
Entonces, a la hora de descansar, desconecta para conectarte contigo mismo, y luego disfrutarás de esas actividades en las que no necesitas ninguna tecnología, y que en cambio te acercan a tus seres queridos y te generan una gran alegría.