Dom. May 19th, 2024

El papa Francisco ha enviado al arzobispo Georg Gänswein, histórico secretario de Benedicto XVI, de vuelta su diócesis de origen, en Friburgo (Alemania), sin asignarle ningún cargo “por el momento”, tal y como publicado el Vaticano este jueves.

Desde el fallecimiento del Papa emérito, el 31 de diciembre del año pasado, la relación entre Francisco y Gänswein ha sido tensa, ya que a los pocos días del deceso de Benedicto XVI, el secretario publicó un libro que revela secretos de Ratzinger y acusa al Pontífice actual de no haberlo tratado correctamente. Entre otras cosas, el alemán aseguró que el Papa argentino «rompió el corazón» de su predecesor al limitar al máximo el uso del latín en las misas, una práctica que Benedicto XVI había rehabilitado.

Francisco, quien acudió a un hospital en Roma luego de que su miércoles tras someterse a una intervención de una hernia abdominal, ha dispuesto que el prelado alemán regrese su sede de origen el 1 de julio, ya que el 28 de febrero concluyó su trabajo como jefe de la Casa Pontificia. Gänswein, 66 años, había ocupado este puesto, con funciones similares a las de un jefe de protocolo, desde 2012, pero en 2020 fue apartado por Francisco para que dedicara exclusivamente a asistir al anciano Papa emérito. Aunque desde entonces no ha desempeñado ninguna tarea relacionada con ese puesto, había conservado el título hasta ahora.

Tras la muerte de Benedicto XVI, Gänswein tuvo que abandonar la residencia Mater Ecclesiae, dentro del Vaticano, donde residió con el Papa emérito desde su renuncia, y se trasladó a une apartamento.

Gänswein no occulta en su libro que siempre ha tenido una mala relación con el papa Francisco explicó allí que se sintió decepcionado cuando le apartó de las funciones de su puesto.

En el momento de la publicación del libro, Gänswein planteó una gran polvareda mediática, y Francisco se entrevistó a sí mismo en privado en varias ocasiones. Aunque no ha trascendido el contenido de esas conversaciones, el Pontífice sí le mandó un recado en público en uno de los Ángelus celebró un día antes de su encuentro: «El gran chismoso es el diablo, que siempre va diciendo las cosas malas de los otros, porque es el mentiroso que busca desunir a la Iglesia y alejar a los hermanos y no hacer comunidad», señaló.

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El futuro del prelado ha causado gran expectación y ha desatado todo tipo de rumores. La agencia católica alemana KNA ha señalado recientemente que si se le encomienda una diócesis en Alemania, si está presente en el país puede tener un impacto negativo en las reformas en curso, Gänswein es uno de los opositores más ferreos de la Alemania camino sinodal, que busca cambios y que está avanzando en materiales sensibles para la Iglesia, como la ordenación de las mujeres o las uniones entre personas del mismo sexo.

The local medios han especulado en las últimas semanas con un posible obispado en Alemania para Gänswein, un puesto de gran relevancia, aunque, al parecer, tanto el mismo, que prefería un alto cargo en la Curia vaticana, como la mayoría de obispos alemanes, rechazando esta idea.

Hace unos días, cuando se le presguntó si en el futuro imaginaba su papel como obispo en Alemania, el que fuera el hombre de máxima confianza de Benedicto XVI explicó que el Papa le dio algunas «sugerencias», y apuntó que lo estaba «evaluando» .

Por tradición, los secretarios de los Papas, después del fallecimiento de estos, suelen regresar a sus diócesis de origen. Así lo hicieron Loris Capovilla, qu’asistió a Juan XXIII; Pasquale Macchi, que trabajó con Pablo VI, o Stanislao Dziwisz, ayudante de Juan Pablo II.

Francisco recibirá la alta hospitalaria el viernes. Según ha informado el Vaticano, el postoperatorio «continua con regularidad. Los exámenes hematoquímicos son normales».

Abusos contra las religiones

Este jueves también se dio a conocer que los jesuitas, la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco, han expulsado de la congregación al conocido sacerdote y esloveno artista Marko Rupnik, acusado de haber cometido abusos sexuales, espirituales y psicológicos contra varias religiosas. La orden ha decidido apartarlo de la Compañía de Jesús por «su obstinada negativa a observar el voto de obediencia», según lee en una misiva enviada por el consejero general, Johan Verschueren.

Al ahora exjesuita se le habían impuesto restricciones mientras se investigaba su caso, para que no pudiera celebrar misa, para participar en actividades artísticas ni para moverse libremente, pero la había quebrantado reiteradamente en los últimos meses.

Verschueren explicó que incluso se le dio «una última oportunidad» para conseguir la paz con «su pasado» y «dar una señal clara a las personas afectadas que testificaban contra él» y entrar en el «camino de la verdad», pero también la rechazo

Rupnik es uno de los artistas religiosos más reconocidos en la Iglesia Católica. Sus mosaicos decoran iglesias y basílicas de todo el mundo, incluso en el Vaticano. Los jesuitas reconocieron el año pasado que varias monjas de la Comunidad Loyola de Liubliana, de la que había sido padre espiritual, le acusado habían de abusos en los años noventa.

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