Mié. Sep 11th, 2024
El sarcástico mensaje enviado por el diputado Allan Rodríguez revela claramente la situación, ya que es una muestra de cómo todos los sinvergüenzas se sienten a gusto con el juzgado en el que tomaron juramento. Foto La Hora / Congreso / José Orozco

Ayer el presidente del Congreso, luego de la marcha que encabezó la Defensoría del Pueblo para reclamar los recursos que el Congreso le retuvo en violación de la ley y que impedirán el pago de sueldos a los empleados de la PDH, se burló de la situación y con el mayor sarcasmo ”. recomendó “que presente un amparo, que debe ser conocido por el Tribunal Constitucional, cuya actitud ya no admite discusión porque demostraron que en este país los verdaderos maestros de la” legalidad “son los diputados corruptos que juran a su gusto los magistrados del CC, de la Fundación Contra el Terrorismo y Consuelo Porras.

Estos son los tres pilares del estado de derecho, capturados de la formación espuria de un Tribunal Constitucional cuya misión y mandato principal es consolidar el régimen de impunidad del país y asegurar la disponibilidad de todo un sistema de justicia. el Pacto contra la Corrupción que se esforzó por profundizar en la captura de esa institucionalidad que, con uñas y dientes, defienden las cámaras empresariales.

El sarcástico mensaje enviado por el diputado Allan Rodríguez revela claramente la situación, ya que es una muestra de cómo todos los sinvergüenzas se sienten a gusto con el juzgado en el que tomaron juramento. Le dice al Abogado Jordán Rodas que se dirija a Amparo con el desprecio de quien sabe que en “su” Juzgado no prosperará Amparo para ordenar el traspaso de fondos que por ley debieron haber puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación, que es un institución pública, parte de la tan cacareada institucionalidad, pero de la que nadie que simpatice con la corrupción habla, pues, a estas alturas, es la única entidad que aún no ha logrado aprisionar en sus garras.

El abogado Jordán Rodas no le pide favores; El Congreso simplemente no logró traspasar los recursos que le correspondían, lo que constituye un delito, pero ya sabemos que los delitos cometidos por los amigos de Consuelo Porras, incluidos los diputados de la alianza gobernante, nunca serán investigados porque ese es el acuerdo.

¿Dónde están las voces de quienes reclaman el apoyo de las instituciones, incluidos los obispos, para exigir este acto abierto de violación de la ley para asfixiar económicamente a la institución que vela por los Derechos Humanos en el país? Lo que pasa es que reclaman y protegen solo SU institucionalidad, lo que les ayuda a seguir robando.