Vie. Mar 29th, 2024

El lanzamiento para uso masivo de un potente bot con inteligencia artificial abre las puertas a escenarios compensados ​​en el mundo de la educación.

Y de golpe todo revolucionado. Lo que era un lento camino en el desarrollo de la inteligencia artificial -que venían dando algunas sorpresas como los algoritmos que se anticiparon a nuestras dudasdio a fines del año pasado un salto de tal magnitud que abrió la puerta a todo tipo de pronosticos respecto a los cambios radicales que se producirán desde este mismo 2023 en materia de educación (también en el trabajo).

Lo que tal vez tembladeral fue el lanzamiento para uso masivo de ChatGPT. Se trata de un bot -como cualquiera de los que estamos habituados a interactuar ahora- que, en vez de ofrecer pocas respuestas a preguntas ya programados, tiene la capacidad de crear respuestas complejas por si mismo para cualquier tipo de pregunta. Y va aprendiendo con el paso del tiempo, de modo que las posibles respuestas van cambiando.




ChatGPT (Foto: Crédito Xataka)

Y lo puede hacer porque tiene por detrás uno de los modelos de inteligencia artificial más grande y potente creado hasta la fecha. Es el modelo de procesamiento de lenguaje GPT creado por IA abiertathe company of Elon Musk y el emprendedor estadounidense Sam Altman, quienes vienen invirtiendo en el déarrollo desde hace años.

El sistema se alimentó con miles de millones de libros y sitios web y contiene 175 millones de millones de parámetros. Los resultados son asombrosos, lo puede probar quien quiera en chat.openai.com. Es gratis (aunque ya están pensando en una versión paga Premium). Es cierto que comete errores, pero solo porque los datos que toma de la Web no son, no obstante, fiables.

Ahora bien, ¿por qué seguirán las reacciones similares en el mundo educativo? Principalmente por temor. Dado que ChatGPT escribe ensayos razonables sobre cualquier tema, hay temor a que los alumnos lo usen para engañar a los profesores.

Usos de OpenIA.  Foto OpenIA


Usos de OpenIA. Foto OpenIA

A diferencia de copiar y pegar, es imposible detectar Google con texto copiado. La ciudad de Nueva York, por ejemplo, ha prohibido que se utilice en las escuelas.

También heno temor desde la misma profesión docente. Si bien ChatGPT hoy es limitado como para explicar contenidos, es la primera versión y sabemos que Musk y Altman van por mucho más. ¿Qué pasará cuando tenga buenos resultados si se lo usa para aprender algo? ¿Se complementará con los profesores? ¿Terminará reemplazándolos?

Usos de OpenIA.  Foto OpenIA


Usos de OpenIA. Foto OpenIA

Difícil saberlo hoy, pero sin dudas ChatGPT marca un punto de inflexión. Sí acelerar los tiempos pensar y planificar nuevos formatos de enseñanza, que están más cerca de los defios que enfrentarán -en poco tiempo más- los estudiantes que hoy pasan por las aulas.