La exposición ‘Hasta ahora eran aguas: fotografías en diálogo con historias de Santa Ana’, con el sello de la fundación Casa Santa Ana y comisariada por la fotógrafa de Massachusetts Tova Katzman, junto al periodista Daniel Molina, presenta los autorretratos de cinco artistas y los testimonios de cuatro mujeres de Santa Ana.
La exposición está abierta al público hasta el 18 de septiembre de forma gratuita en la galería Diablo Rosso.
En conversación con La Estrella de Panamá, Katzman —quien llegó a Panamá hace cuatro años para fotografiar un proyecto relacionado con el Canal— señaló el objetivo de crear un proyecto que impacte a la comunidad de Santa Ana: “Buscamos incorporar las historias de las mujeres Santana, sus vivencias, y se entrelazan con los autorretratos de artistas internacionales. Nelly, Gineth, Xiomara y Raysa crearon piezas en tela, audio, imagen y texto, que reflejan una parte de ellas y abren otras ventanas para llegar a las fotos expuestas ”.
La recopilación de obras presentadas en la galería, ubicada frente a la Iglesia de Santa Ana, es un recordatorio de la “importancia de las historias comunitarias” a través del arte y la expresión colectiva.
“Todo comenzó como un viaje de descubrimiento personal, al mismo tiempo que creamos una conexión con cada uno de los participantes y entre ellos. Eso hizo que la creatividad fluyera y que sus piezas hablaran por sí solas ”, dijo Molina.
“Esta exposición aparece como un espacio donde confluyen los testimonios de diferentes mujeres en diferentes formatos, creando una conexión de diálogos en torno a las transformaciones del cuerpo y el territorio”, resaltó Katzman.
La exposición incluye series fotográficas de Francesca Woodman (EE. UU.), Ana Mendieta (Cuba-EE. UU.), Aneta Grzeszykowska (Polonia), Katalin Ladik (Hungría) y Zanele Muholi (Sudáfrica); De Panamá destacan: Nelly Vera, Gineth Camargo, Xiomara Da Silva y Raysa Ramírez.
El proceso
El proyecto, que tardó unos nueve meses en concretarse, incluyó múltiples encuentros con las mujeres de Santa Ana para escuchar sus lecturas de los autorretratos expuestos.
“Un encuentro consigo misma”, comenta Vera, al ver las obras de Woodman en la serie ‘Autoengaño’ (‘Autoengaño’), donde muestra sugerentes partes de su cuerpo. En la serie ‘Glass on Face’ de Mendieta, Vera fue golpeada por el “dolor en el silencio” que vio reflejado en el acto de deformar el rostro de Mendieta contra un portaobjetos de vidrio.
“Fue una experiencia que nos unió, nos abrió a lo que realmente somos y queríamos mostrar”, comentó en este diario Xiomara Da Silva, quien vive en el barrio de Santa Ana por más de cuatro décadas, “además , recibimos una guía y un cariño muy importante de los comisarios que nos ayudaron en todo momento ”. Da Silva presenta su obra de audio bajo el título ‘Sea Inside’, donde narra la evolución de El Terraplén y la entrada al Casco Antiguo a lo largo de las décadas, y cómo su cambio ha sido un vehículo de reflexión humana sobre el medio ambiente.
Asimismo, se hace eco de la serie ‘Painting the Sea’ del fotógrafo húngaro Ladik, en la que se revela a sí misma en un espectáculo acuático, invocando los ciclos de las mujeres; Por ello, Silva indicó que significa “hacerse uno con el mar”, abarcando tanto el territorio físico como espiritual del ser humano.
A su vez, Ramírez se identificó con la “fuerza interior” del autorretrato de Muholi, quien posa para la cámara en blanco y negro, con mirada decidida y torso desnudo. Este trabajo, que forma parte de la serie ‘Viva, Leona negra’, es uno de los muchos que Muholi (que se identifica como una persona no binaria) ha realizado como instrumento para combatir la discriminación en su país.
“Esta exposición generó una apertura creativa y una reflexión en colaboración con las mujeres de Santa Ana. Nos permitió ampliar el contexto de las obras internacionales, crear una conexión con el territorio que rodea la exposición y construir puentes a través del arte”, enfatizó Molina.
Katzman dijo: “Al compartir interpretaciones de obras internacionales e historias personales, las mujeres de Santa Ana pudieron dejar todo lo que querían mostrar en sus obras, para que podamos ver el arte como ellos lo ven, lo que nos ayuda a conectarnos con el funciona tanto como con ellos ”.
La comunidad
Para Nelly Vera, de ascendencia colombiana pero residente en Panamá, no ver a su familia desde hace 10 años desde que llegó al istmo como refugiada debido a los conflictos armados en su país significa “desear lo suyo”, como expresa en su poema ‘Matria ‘en el que recuerda a su madre, que aún reside en Colombia, y su tierra natal. En un autorretrato de su madre cubierto con la bandera del país sudamericano, Vera muestra las ramas de su perspectiva: esperanza e identidad.
“Me cubro de mi tierra natal / pero me fui”, narra el poema de Vera, un diálogo entre sus recuerdos y su realidad después de alejarse de su tierra natal. Esta historia lo hizo identificarse con la obra de la artista cubanoamericana Ana Mendieta, cuya historia también destaca el abandono de su tierra natal cuando fue enviada con miles de niños de Cuba a Estados Unidos.
“La memoria colectiva es lo que hace que la comunidad permanezca inolvidable en el tiempo, y cada mujer santanera en la exposición representa ese acto”, dijo Katzman, “la prioridad de la exposición es mostrar que hay historias que contar, memorias que guardar; una imagen de Panamá que conecta con la de muchos otros lugares en la cuenta humana ”.
La exposición retrata las luchas y victorias de las mujeres de Santa Ana, bordando en sus obras un cuadro de fuerza y control. “Las mujeres Santana nos enseñaron que todo lo que nos rodea puede servir para mostrar quiénes somos, cómo nos vemos y cómo percibimos que los demás nos ven”, dijo Molina, “la muestra es una prueba del control que han tomado sobre sus vidas. “